Cataluña: campo de batalla clave para un gobierno progresista
Internacionales PolíticaA pesar el hartazgo por tener que votar por cuarta vez en cuatro años, los vecinos del barrio El Fort Pience de Barcelona, en el céntrico Example, se movilizaron hoy, conscientes de que Cataluña es uno de los grandes campos de batalla en los que la izquierda progresista se diputa el voto con los independentistas.
Buena parte de las chances de que el presidente del gobierno y líder socialista Pedro Sánchez se mantenga en La Moncloa, pasan por Cataluña, especialmente por aquellos barrios en los que los socialistas recuperaron terreno en las pasada elecciones generales del 28 de abril.
“Estamos cansados de votar, pero hay que votar, tengo la esperanza de que haya una mayoría más amplia socialista”, dijo a Télam Conchita Carrasco León, de 66 años, tras votar este mediodía en una escuela pública del barrio El Fort Pience.
En los últimos comicios, el resultado electoral mostró que este céntrico vecindario de Barcelona se inclinó hacia las propuestas progresistas, con una leve ventaja de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) por sobre los socialistas, que sumados a Unidas Podemos (UP), la candidatura en la que está integrado el partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, los superaron.
Sin embargo, la repetición de las elecciones hizo temer una desmovilización de la izquierda, harta y defrauda por la incapacidad del PSOE de Sánchez, y el líder de UP, Pablo Iglesias, de llegar a un acuerdo para formar gobierno.
Además, la irrupción de la violencia en Cataluña en el marco de la respuesta a la sentencia que impuso duras penas de prisión a los líderes del fallido proceso de secesión de 2017, hizo crecer la expectativa del partido ultraderechista Vox, y con ello, la posibilidad de que la derecha pueda sumar una mayoría más amplia que los progresistas.
“Realmente tengo miedo del ascenso de Vox, por eso es muy importante votar, yo quiero un acuerdo para un gobierno progresista”, subrayó Carrasco León.
“Yo espero que algo cambie, estoy un poco harto pero prefiero votar antes de que los problemas se revuelvan de otra forma”, apuntó por su parte Javier, otro vecino de 28 años, quien también espera “un gobierno de izquierda”.
Quien no pierde las esperanzas es Regina Coderch, una votante fiel a los independentistas de ERC, quienes fueron la primera fuerza en Cataluña en las últimas generales, algo que supuso un golpe para UP, que había desbancado previamente a los socialistas catalanes del PSC, quienes también subieron, impulsando el triunfo de Sánchez.
“Sigo votando porque quiero ‘libertad’ para Cataluña, pero quiero que sea todo de forma pacífica, acordada, sin incendios”, asegura.
“Hoy es importante que haya un voto fuerte a favor de esta vía de acuerdo que ofrece ERC”, añade Regina.
Sin embargo, en Cataluña el voto independentista está cada vez más dividido, ante la irrupción de los anticapitalistas de la CUP, que se presenta por primera vez a unas generales.
“No creo que haya mucha solución, pero soy anticapitalista y voté a la CUP”, explicó a Télam David, otro votante de 40 años.
La CUP marcó el rumbo de los últimos acontecimientos en Cataluña, presionando a favor de una estrategia de desobediencia cívica -que propició episodios de violencia- para llevar a Cataluña hasta la independencia.
Si bien ERC, el partido con agenda progresista del ex vicepresidente preso Oriol Junqueras sigue siendo la fuerza mayoritaria frente a la derecha representada por Junts Per Catalunya, el partido del ex presidente Carles Puigdemont, la CUP amenaza con mermar su posibilidad de ampliar su representación en el Congreso de los Diputados de Madrid.
La fragmentación del voto independentista, sin embargo, puede favorecer al PSOE, que aspira a que Cataluña vuelva a ser algún día el histórico granero de votos que garantiza su llegada a La Moncloa.