Denuncian que Macri supo del golpe en Bolivia una semana antes de que ocurriera
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El 4 de noviembre, seis días antes del golpe, en una reunión convocada en Santa Cruz de la Sierra por el referente opositor Luis Fernando Camacho en la que estuvieron presentes los cónsules de Argentina y España, el empresario habló de una “insubordinación civil” en marcha y pidió por adelantado asilo en Argentina, algo que el cónsul no le pudo otorgar porque era una decisión de la embajada, con sede en La Paz.
Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz de la Sierra -organismo paraestatal que concentra enorme poder en el país vecino- incluso adelantó que 48 horas más tarde las fuerzas armadas entrarían en el Palacio del Quemado, de acuerdo a la nota publicada este domingo por El Cohete a la Luna.
Más allá del resultado del encuentro, del que el diplomático argentino Roberto Dupuy y su par español Agustín Uña Rodríguez salieron creyendo que habían disuadido al dirigente de sus planes subversivos, lo cierto es que antes de la reunión el argentino remitió sendos cables a la Cancillería y al embajador en Bolivia Normado Alvarez García, informando del encuentro inminente. Incluso señalan que hubo “tensiones” entre la embajada y el consulado por esa reunión, dado que el clima de inestabilidad ya se había colado por todos los recovecos de la etapa poselectoral del país.
En concreto, el gobierno argentino tuvo un informe anticipado sobre un golpe militar que se llevaría a cabo dos días después, y el pedido de asilo por parte de Camacho en caso de que el golpe fracasara. Al parecer, la intervención consultar habría demorado el golpe castrense, aunque es más probable que esa demora se debiera a las fisuras dentro de la fuerza.
Otro dato que resulta llamativo, retrospectivamente, es la presencia de Invanka Trump, la hija del presidente de EEUU, junto a toda la plana mayor del Departamento de Estado de EEUU, en Purmamarca el 4 de septiembre. Vino a visitar a las referentes de la ONG “Pro-mujer”, creada en los años 90 en Bolivia. El encuentro se hizo al pie del Cerro de los Siete Colores y no en Bolivia porque el organismo que financia a Pro-Mujer es nada menos que la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo) creada en tiempos del Plan Marshall y denunciada por varios líderes latinoamericanos por su utilización como salvoconducto para el ingreso de agentes de la CIA; de hecho Evo Morales los expulsó del país.
