Transición: el albertismo no quiere quedar pegado al viejo truco del “co-gobierno”
Nacionales Política
“La transición se da si hay la posibilidad de compatibilizar y de transmitir experiencias; si no, no hay transición. Y bueno… si no se da dejaremos los papeles arriba de la mesa”, dijo hoy el ministro de Defensa, Oscar Aguad. El presidente electo Alberto Fernández no quiere pagar el costo de las posibles medidas agónicas de Mauricio Macri.
Todas las posibles interpretaciones de la foto de una reunión de equipos técnicos del gobierno saliente y del gobierno entrante son negativas para les Fernández: la idea de continuidad o camaradería entre una administración y la otra se traduce en complicidad y en una transferencia de responsabilidad hacia quienes todavía no empezaron a gobernar, los que además no confían en los números de sus predecesores.
No fueron pocas las operaciones montadas por la prensa hegemónica para tratar de mostrar que las decisiones tomadas por el actual presidente cuentan con -al menos- el visto bueno de Alberto, como en el caso de los aumentos de los combustibles o el traslado del programa de testigos protegidos al Poder Judicial. Una y otra vez el presidente electo tuvo que desmentirlo.
Los ministros de Hacienda e Interior, Hernán Lacunza y Rogelio Frigerio, encargados de coordinar la transición por parte del macrismo, advirtieron que estas reuniones posiblemente se den recién cuando estén conformados los nuevos gabinetes. “Serán unos quince días de transición. O tal vez menos. Igual, cuanto antes arranquemos, mejor”, aclararon.