Una muestra con artículos inventados y entrevistas falsas, en el Festival Basado en Hechos Reales
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Artículos inventados, entrevistas fabricadas y fotografías intervenidas en las que distintos periodistas engañaron a importantes medios y a sus audiencias y con las que, en algunos casos, ganaron los premios más prestigiosos de la profesión serán eje de una muestra que se exhibirá durante la tercera edición del Festival Basado en Hechos Reales, desde el 28 al 30 de noviembre en el Centro Cultural Kirchner.
Si bien en 2017 y 2018 las muestras fueron sobre fotoperiodismo y fotografía documental, en esta edición, con la exposición denominada “¡Nos engañaron!”, los organizadores decidieron “hacer algo distinto” y pensaron que “no hay nadie a quien los fraudes periodísticos no le parezcan como mínimo llamativos”.
En diálogo con Télam, Ana Prieto, una de las organizadoras, explicó que fraudes periodísticos no son “lo que hoy se entiende por ´fake news´ o ´desinformación´-que busca incidir en el debate público y corromperlo-, sino por aquellos colegas que en busca de celebridad y aplausos inventaron fuentes, situaciones, fotografías y entrevistados”.
Más que trabajos, Prieto dice que seleccionaron personas: ganadores del Pulitzer por crónicas inventadas, ilustradores que decían que habían publicado tapas en The New Yorker, el más premiado periodista joven de Alemania, entre otros.
De esta manera, al recorrer la muestra que estará en el hall del primer piso del Centro Cultural, se pueden ver el caso de Claas Relotius, un periodista alemán que publicaba en la revista de periodismo Der Spiegel, que lo despidió tras descubrir que mintió en al menos 14 de sus reportajes o el de Eduardo Martins, que se hizo pasar por un fotógrafo de Naciones Unidas en campos de refugiados.
Otro de “los fraudes periodísticos” que repasa la muestra es el de la periodista chilena radicada en Madrid Ximena Marín Lezaeta, quien en julio de 2017 publicó una entrevista a José Luis Rodríguez Zapatero pero en realidad nunca había hablado con el ex presidente de España y se limitó a reproducir declaraciones que encontró en otros medios.
“Todos estos periodistas sabían bien que estaban inventado fuentes, conversaciones y eventos y publicando ese material en medios noticiosos. El pacto que tenían con el lector era que su trabajo se acercaría lo más posible a la realidad. Las operaciones en las que el autor se mueve entre la realidad y la ficción (como Tomás Eloy Martínez en “La novela de Perón” o “Santa Evita”) no tienen cabida cuando el lector abre un diario y espera que un periodista le cuente lo más fielmente posible cómo ocurrieron los hechos”, desarrolla Prieto.
Para la periodista, la característica que comparten los autores de estas noticias que conforman la muestra “es el aplomo a la hora de inventar. Y en los casos en que publicaron no una nota apócrifa, sino decenas, hay un factor de temeridad que resulta a la vez admirable y perturbador”.
“Es muy difícil entender qué les pasaba por la cabeza cuando tomaban la decisión de fabricar noticias. Todos se excusan a su modo. Unos arguyen que fue a causa de la presión que sobre ellos ejercían sus medios, otros argumentan problemas de salud mental, otros se escabullen y no vuelven a hablar públicamente”, sostiene Prieto.
La exposición, que cuenta con el arte y el diseño de Sebastián Baéz y Pablo Robles, es una de las actividades que se realizan en paralelo a las charlas, exposiciones y proyecciones en las que la selección y los recortes que se hacen al narrar el pasado, el abordaje de la agenda científica, el auge de las series y el auge de los medios digitales serán algunos de los ejes centrales.
Prieto asegura que “los medios y los periodistas atraviesan una baja general de credibilidad” y si bien sostiene que “se trata de un fenómeno global” y considera que “en este contexto, estos grandes inventores de los que hablamos, desde luego, no ayudan”, apunta que “su impacto es irrelevante si se lo compara con el de las campañas de desinformación que campean por Facebook y WhatsApp”.
Además de la muestra, esta agenda de actividades paralelas incluye “¿Con qué libro de no ficción chamuyarías en Tinder?”, una propuesta en la que el público podrá intercambiar títulos y autores que consideren apropiadas para seducir.
A su vez, ofrecerán la posibilidad de realizar y llevarse xilografías que estarán a cargo de las artistas plásticas del Taller de Grabado y Colectivo Gráfico Fábrica de Estampas Delfina Estrada y Victoria Volpini.
Estas actividades se realizarán en el marco de la tercera edición del festival de literatura de no ficción “Basado en Hechos Reales” que durante tres días contará con paneles, talleres y charlas a 60 autores y periodistas como Masha Gessen, Oliver Guez, Osvaldo Aguirre, Eduardo Belgrano Rawson, Ana Fornaro, Koger Koza, Alejandro Seselovsky y María Eugenia Waldüther.
Con el Centro Cultural como sede, el Festival es con entrada gratuita hasta agotar la capacidad de la sala y es necesario presentarse en la sede veinte minutos antes de la hora anunciada.
(*) En la foto, Claas Relotius, el periodista impostor que se inventaba reportajes en la prestigiosa revista alemana Der Spiegel.
Fuente: Télam.