¡La culpa es de los piqueteros!
Opinión PolíticaPor Marcelo Salgado
“Son un cáncer”, espeto Hebe sobre los movimientos sociales, casi igual al planteo que hacen los libertarios de Milei y Espert.
Son vagos; no quieren ir a cosechar ni a cortar el pasto; ven una pala y rajan, con los planes, la AUH y la tarjeta alimentaria ganan más que uno que labura… y así muchos apotegmas se han apoderado del sentido común y el discurso dominante en los medios de comunicación.
Los movimientos sociales son hoy los destinatarios del enojo, la frustración y el malestar social.
¿Será así, los movimientos sociales son la causa de los grandes problemas sociales o son la consecuencia de las políticas de los verdaderos dueños del país y los políticos que administran el estado?
En este país, salvo algún funcionario o un diputado o concejal, ningún piquetero gobierna este país, ni está en la Corte Suprema, o maneja grandes empresas y medios de comunicación, es decir ninguno lleva adelante ninguna de las políticas públicas o privadas que definen el presente y el futuro de la Argentina, ni hablar del pasado que desde la híper de Alfonsín y el menemismo neoliberal hasta nuestros días son quienes han llevado a nuestra sociedad padecer indigencia, marginalidad y desempleo para la mitad de país y pobreza para la mayoría de los trabajadores formales que con sus salarios apenas cubren la canasta de la pobreza.
El gobierno nacional del electorado que más detesta a los movimientos sociales, fue el que más incremento los planes sociales, ni hablar que ese mismo sector social solo acepta los piquetes de los ruralistas o las marchas los días sábado a la tarde.
Ahora, es de tontos esperar de esos sectores empatía y un esfuerzo por entender por qué hay pobres y desocupados, pero que sectores del actual gobierno y su electorado tengan coincidencias con la nueva y la vieja derecha, es para tomar nota del devenir de dichos planteos, tal vez no controlarlos políticamente puede ser una razón, pero también es preocupante que el pensamiento progre nac&pop se apropie del discurso hegemónico para conservar algunos votos.
En fin, se vienen tiempos más duros para los movimientos sociales y sus integrantes, la demonización y estigmatización son el paso previo a los aumentos de su criminalización y represión.
[Marcelo Salgado es profesor en Psicología y ex-Subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia del Chaco.]