Logan

Opinión Política Provinciales

Por Cristian Muriel

La influencia de Norte en la opinión pública ya no es lo que era hace diez, quince años. Casi nadie se informa a través de los diarios. Hasta los portales de noticias han tenido que aggiornarse y para no perder interacciones en las redes le siguen la corriente al flaco con el celular.

El flaco con el celular es un centennial sin ninguna auto-exigencia intelectual, profesional o deontológica que se abre paso en el mundo de la comunicación derrumbando todas las barreras posibles entre los “hechos” y sus “consumidores”. Lógicamente lo hace a fuerza de saltarse controles de calidad, pero el público se lo agradece porque termina con las inconveniencias de la demora y “dice la verdad”.

Lo que José Viñuela llama “la realidad real” es la consagración de la cultura del “notero”. Pero no es el caso del propio Viñuela, un ejemplar de la “vieja guardia” que supo reinventarse y hasta se dio el lujo de ponerle un nombre retrofuturista al segmento. Viñuela, como los portales y Norte -como el redactor de este post- pertenecen a otra generación.

Esto de la inmediatez lo vio Julio Wajcman cuando la Internet estaba tomando la teta. Y no hablo sólo del notero -una creación, a fin de cuentas, de la radiofonía- sino de crear un agujero de gusano que conecta el barrio con los despachos oficiales. Julio forjó la idea de que la solución está a una llamada de distancia.

Dirán: “¡Pero si eso es la radio!”. Y no, lo de Julio es más que eso: es una gestoría en el éter, sin formalidades ni formularios. Republicanismo vecinal. Por supuesto el que habla con el funcionario es él, y el que hace la dife es él. Parecía más pulcro cuando Giddens lo llamaba “dialéctica del control en sistemas sociales”.

Pero este post no intenta discriminar si la noticia “sin intermediarios” es una degradación del periodismo o el futuro de la profesión. Seguime Chango.

Si el centennial con el celular es el Rappi de las notas duras, heraldo de los accidentes de tránsito y los cortes de calle, entonces Norte es el courier del “círculo rojo”: un delibery entre corporaciones, dirigentes y gobiernos administrado por una gloria de la Guerra Fría: Raúl Rolando Romero Feris.

Las cartas de lectores, las solicitadas, las publi-notas y hasta algunos editoriales de Norte componen el no tan amplio catálogo de la criptografía del poder, un poder que históricamente ha confiado en el management de ‘Tato’ para llevar y traer mensajes altamente sensibles que consisten, básicamente, en afirmar: “Mirá que yo sé” y responder: “Y yo sé que vos sabés”, o “Mirá que se rompe el embalse” y “Veamos cómo lo solucionamos”, o “¿Qué tal si vamos por acá?” y “Buena idea”.

Hasta no hace mucho Tato era Logan surfeando las olas digitales sobre una tabla de papel de diario. Sus técnicas old school eran fascinantes porque demostraban que los algoritmos son simplemente pasos para resolver problemas, pero eso terminó. Ahora a nadie le importan los códigos y sus sutilezas. Adiós a los pactos de caballeros y a los palimpsestos. Por eso las tapas de Norte parecen todas la edición especial del Día de los Inocentes.

Imagino este diálogo:

-Les mandamos un mensaje y no nos dieron pelota; tal vez no fuimos lo suficientemente claros. Publicá lo de “el ‘vale todo’ del delito que azota Resistencia” para que los lectores crean que durante el fin de semana fuimos anexados a la ciudad de Rosario.

-Pero el gobierno nos pidió que publiquemos en tapa que el Chaco está al tope del informe nacional sobre creación de empleo privado, que es contradictorio…

-Metele también, más chiquita. Ponele un fondo color cian. Hay que cumplir con ellos aunque no cumplan con nosotros. Tenemos que pagar salarios…

-¿A Gustavo lo seguimos cuidando? Mirá que para apurar la inauguración de la plaza mandó a laburar al personal municipal…

-A Gustavo por ahora no me lo toqués.

Y así.

Logan ha muerto. No importa que nuestro ejemplar correntino siga contando vaquitas en su latifundio o, como el extraficante ruso Dmitri Karamazov, que amasó su fortuna vendiendo partes de submarinos nucleares durante el desmembramiento de la Unión Soviética, camine en soledad, seguido de cerca por sus guardaespaldas, por una plaza cubierta de nieve de las afueras de San Petersburgo.

Logan ha muerto y con él una época.

La empresa sigue facturando por inercia. Mucha plata. Y eso que la cohorte demográfica denominada “centennials” o “Generación Z”, como el flaco audaz del celular, representan, según estimaciones de los especialistas, el 23,7% de la población, mientras el “círculo rojo” agrupa a un puñado de carcamanes que ya no pueden descifrar ni las palabras cruzadas.