Carroñeros pestilentes

Conociendo a su adversario político, del respeto que tiene por las instituciones de nuestra democracia, por los ciudadanos de la Provincia del Chaco y por la independencia de poderes que garantizan el pleno ejercicio del Estado de derecho y que por esa única y necesaria razón iba a guardar sumo y respetuoso silencio, para no interferir, ni que haya dudas en las tareas que desarrollaron y desarrollan los organismos del Estado Chaqueño en pos de esclarecer semejante crimen aberrante, a pesar de eso, a sabiendas de como actuaría Jorge Milton Capitanich, en vez de actuar con hidalguía, con la hombría de bien que debe primar en un hombre de la democracia y ejercer la responsabilidad que el momento ameritaba, prefirió en un acto ruin y demagógico “suspender” su campaña proselitista, cuándo en realidad debió acompañar a las instituciones del Estado Chaqueño y al gobernador para llevar tranquilidad a la ciudadanía, salir a pronunciarse colectivamente a viva voz con el ¡NI UNA MENOS! Pero no fue así, él. y muchos de sus correligionarios hicieron lo mismo, ahí nomás se los visualizaba arriba de un sulky pestilente y bizarro, siendo parte de una campaña de desprestigio institucional y personal sin precedentes en la historia democrática chaqueña, simulando congoja y dolor ¡FARSANTES!

Hoy luego de 22 días de realizada la denuncia por la desaparición de Cecilia, con siete personas detenidas, camino al JUICIO POR JURADOS ese que ojalá aplique una pena ejemplificadora ante tamaña salvajada, vemos como desde la institucionalidad y el respeto se va poniendo blanco sobre negro, por la memoria de Cecilia, su familia y el conjunto del Pueblo Chaqueño.

Mientras el conjunto de la ciudadanía comienza a darse cuenta de cómo fue manipulado y llevado casi a un grado de conmoción social, vemos como las ruedas del sulky de los pestilentes giran cada vez más y más lentas, eso sí, vayan donde vayan la pestilencia de haberse revolcado en la carroña de sus miserias los perseguirá eternamente.

¡USARON UNA DESAPARICIÓN, UN ASESINATO, UNA ETERNA AUSENCIA! ¡DE ESO NO SE VUELVE! ¡CARROÑEROS!

¡Vjerujem dobrom čovjeku¡ (“Confío en un buen hombre”).