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Opinión Política ProvincialesPor Cristian Muriel
En una de sus primeras visitas al Chaco, Cristina Fernández de Kirchner recordó la etapa en la que ella y Jorge Capitanich eran colegas en el Senado de la Nación: “Podía estar horas hablando de un mismo tema, de cualquier tema”. Según Cristina, la preparación y la memoria del chaqueño para los números, las magnitudes, los porcentajes y los nombres eran asombrosas.
Durante el debate preelectoral de este lunes, Leandro Zdero, candidato a goberandor de Juntos por el Cambio, convirtió esa virtud de Capitanich en una caricatura: lo llamó “todólogo”. Asumió la actitud burlona del matón de la clase frente al compañero estudioso y confesó que no sabía cuál era la palabra exacta que debía usar para describirlo.
La palabra exacta que designa a alguien con grandes conocimientos en diversas materias, según la RAE, es “polímata”. Pero a Zdero no le importa, porque a diferencia del “todólogo” Capitanich, él es un “nadólogo” y le encanta serlo.
Aún así, no alcanzaba con tirar chicanas. La experiencia del paupérrimo papel de Iván Gyöker en el debate del día anterior lo había puesto sobre aviso. Tenía que ser audaz. “No lo iba a hacer, pero la verdad que usted pasó la raya”, le avisó súbitamente a Capitanich antes de recordar “el escándalo de su madre cuando truchó la afiliación en el Insssep”.
Me quiero detener un momento en el mecanismo. Es asombroso: “No lo iba a hacer, pero la verdad que usted pasó la raya”. ¿Qué raya? Zdero tenía un machete sobre al atril y una copia impresa de la nota de La Política On Line de 2009, que exhibió teatralmente frente a las cámaras violando el reglamento del debate. Para ser una reacción espontánea parecía bastante premeditada. ¿Qué iban a hacer? ¿Ponerle amonestaciones?
Capitanich respondió con la voz quebrada. Nadie se espera que se metan con la vieja. Eso no se hace. “El ataque deleznable de Leandro Zdero no tiene precedentes. Siento un profundo dolor, mi madre ha fallecido hace unos años. Atacar a mi madre muerta es lo más deleznable que puede tener una persona humana”, reflexionó.
“A su vez te quiero decir lo siguiente: nunca cobré un viático, y la obra social no la usé nunca, los temas están perfectamente resueltos. Ojalá Dios quiera que te perdone y, mamá, perdoná a este señor tan insensible, tan mentiroso y tan mendaz que lo único que te pido es que lo perdones, madre”.
El próximo 19 de septiembre, dos días después de las elecciones, se cumplirán cinco años de la muerte de Mirka Popovich de Capitanich. El golpe por parte del candidato de Juntos por el Cambio fue tan bajo que hasta los presentadores y el moderador del debate se quedaron en silencio.
Esta mañana el escándalo había escalado a la prensa local y a algunos medios nacionales. La Nación tituló: “Polémica en Chaco porque el candidato de JxC cuestionó a la madre muerta de Capitanich en un debate”; Norte habló de “Un debate picante”, que “dejó las ideas de los candidatos en segundo plano”.
A lo largo de las horas distintos referentes radicales y macristas redoblaron la apuesta y salieron a cuestionar “la afiliación trucha” de la madre del gobernador. El objetivo: correr el eje de la agresión del “nadólogo” y de la ausencia de propuestas.
Todavía falta otro debate. Zdero no podrá recurrir durante los ocho minutos de cada bloque temático a la repetición en loop de sus eslóganes: “Vamos a ser un gobierno de tranqueras abiertas”, “El campo es el motor de la economía”, “Vamos a jerarquizar el trabajo de nuestros docentes”; “Vamos a ser un gobierno de tranqueras abiertas”, “El campo es el motor de la economía”, “Vamos a jerarquizar el trabajo de nuestros docentes”…
Lo que no sabemos es si va a memorizar alguna propuesta o va a repetir su número de humor negro para solaz del periodismo “picante” y sus amigotes.