El huevo de la serpiente
Opinión Política ProvincialesPor Cristian Muriel
29 años estuvieron los radicales chaqueños apuntalando el proyecto de poder más ambicioso que tuvo el centenario partido en esta provincia: Convergencia Social, gracias al que gobernaron durante doce años. ¿Qué los impulsó a arriar esas banderas para llevar en primer lugar de su lista de diputados provinciales a un outsider como Iván Gyöker?
La UCR chaqueña cambió un privilegio reservado a dirigentes y militantes con trayectoria y logros, por una membresía de X (formerly Twitter). Gyöker, un joven liberal que se hizo famoso por disfrazarse de dinosaurio y subir sus locuras a las redes sociales, hoy es el jefe. El puto jefe.
Algo pasó. Y cuesta no asociar este proceso al de Mauricio Macri a nivel nacional, que se erigió en referente de un frente cuyo músculo era la UCR y terminó haciéndola implosionar. Macri dejó al radicalismo groggy, y Patricia Bullrich, exmontonera, exmenemista, ahora posmacrista, le está dando el tiro de gracia.
Quizás terminemos el año con un balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei. Con la UCR disgregada en pequeñas coaliciones junto a partidos vecinales, sin pelear ya nada importante. Y de verdad, lo mejor que le podría pasar al radicalismo es amigarse con Massa y poco a poco reencontrarse con sus valores y banderas. Porque está más cerca de Massa que de Bullrich. Dejar de doblarse y doblarse, porque están en peligro de extinción.
En Chaco están repitiendo la historia de Macri, pero como farsa. Gyöker se les metió por la herida provocada por una interna mal administrada, a instancias de Leandro Zdero, que viene a decirle a Ángel Rozas lo que Ángel Rozas le dijo al “Bicho” León: “Te fuiste, Cocomarola”. El triunfo de Zdero en la interna radical es también la sepultura de Rozas en el liderazgo regional. ¿Y qué creen que les va a pasar a los leales a Rozas?
El gobernador correntino Gustavo Valdés, que después de coquetear con Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se apuró a declararse prescindente y, gracias al desfasaje de la agenda electoral de su provincia, recién tendrá que revalidar su título en 2025, buscará consolidarse como el caudillo radical de esta parte del país, y Rozas, que supo presidir el Comité Nacional de la UCR sucediendo nada menos que a Raúl Alfonsín, que llenó chaqueños una interna nacional y la dio vuelta, quedará reducido a una plaquita en una pared de la López y Planes 358.
Sé que muchos radicales creen que si Zdero gana las elecciones todos tendrán su recompensa, porque hay más vacantes para el ejercicio del poder que nombres para ocuparlas. Pero es mentira. Cuando los mande a hablar con Gyöker, o cuando aparezcan los correntinos con doble ciudadanía para tomar el control de la cosa pública chaqueña, van a entender que los volvieron a cagar. Como los cagó Macri, pero en la cara.