¿Segunda qué?
Opinión Política ProvincialesPor Cristian Muriel
¿Pasamos por alto algo tan escandaloso? ¿De verdad tendríamos que ir a un balotaje en Chaco? Es lo que afirma el periodista e investigador Javier Llorens en su nota “ELECCIONES CHACO: fraude electoral, no hay ganador y corresponde una segunda vuelta”, del portal Stripteasedelpoder.com.
Ni es una fake news ni Llorens es un improvisado. Es un análisis fundamentado.
Llorens cita el Artículo 133 de nuestra Constitución Provincial: “Cuando la fórmula que resulte ganadora en la primera vuelta hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos válidamente emitidos y a favor de alguna de las fórmulas oficializadas, sus integrantes serán proclamados Gobernador y Vicegobernador. También lo serán si hubieren obtenido el cuarenta por ciento o más de los votos emitidos, válidos y a favor de alguna de las fórmulas oficializadas, y además existiere una diferencia igual o mayor a diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos, sobre la que le sigue en número de votos.”
El investigador dice que a diferencia de la Constitución Nacional, que habla de “votos afirmativos válidamente emitidos” -es decir, de votos por tal o cual candidato-, en la Carta Magna chaqueña sólo se hace referencia a “votos válidamente emitidos”, lo que incluye a los votos en blanco. Así, sumando los votos en blanco del escrutinio provisorio, Juntos por el Cambio, en lugar de 46 y pico por ciento, sólo llegaría a 43,8% de los votos válidamente emitidos y correspondería segunda vuelta.
Esta mañana, además de recibir el link de la nota por parte de muchos compañeros, también recibí una retahíla de audios de peronistas que instaban a los apoderados del Frente Chaqueño a hacer una presentación ante el Tribunal Electoral (cuesta creer, dicho sea de paso, que algo tan evidente no fuera advertido por el organismo).
En medio del estupor de mis conocidos y el mío propio, consulté a un par de abogados para que me explicaran lo que estaba pasando. Uno de ellos, Paulo Pereyra, me remitió a la obra “Constitución de la Provincia del Chaco – comentada y anotada”, de Ana del Carmen Abraham, María Inés Fioravanti de Klees y Julio René Sotelo. Obra que, por lo demás, está prologada por Jorge Capitanich. Y más específicamente al comentario del artículo 133 de la Constitución Provincial, que es el que establece la duración del mandato del gobernador, el criterio de reelegibilidad y la forma de elección.
Afortunadamente, el texto explica las posturas de los constituyentes al redactar la reforma de 1994, y también los antecedentes histórico-doctrinarios de la reforma y, por lo tanto, su espíritu. Es allí dónde se sostiene que éstos -los antecedentes de reformas en el país- “fueron determinantes a la hora de definir el procedimiento peculiar de la ‘doble vuelta’” en el caso chaqueño. Por ejemplo, que “el cómputo a los efectos de la determinación de los porcentajes se realiza sobre votos afirmativos válidamente emitidos, es decir se excluyen los votos en blanco (que no son afirmativos) y los anulados (que no son válidos)”.
Le dije a Pereyra que por mucho que comentaran los comentadores, si la Constitución decía “votos válidamente emitidos” y no agregaba el término “afirmativos”, había que sumar los votos en blanco, pero me aclaró que si bien el artículo no dice “afirmativos” -al menos en esas sentencias concretas- sí especifica “a favor de alguna de las fórmulas oficializadas”, lo que equivale a “afirmativos”.
Era, por lo tanto, cuestión de sacarse las anteojeras. Pereyra también me habló de un libro que está escribiendo, pero eso ya es para otro posteo.
La nota de Llorens produjo un desbande porque rehabilitó en el pueblo peronista una de las fuerzas más poderosas -y horrorosas- que moviliza a los seres humanos: la esperanza. En medio de la incredulidad, de la devastación, quisimos creer que todo había sido un mal sueño, y que tal vez la desgracia tenía remedio y en un balotaje la dábamos vuelta.
Nunca es fácil empezar de nuevo, desde el llano, pero hay que trabajar para recuperar el gobierno. En dos años el peronismo y sus aliados tendrán una parada brava para no perder bancas en el parlamento provincial, y para no perderlas en el Congreso de la Nación. Y en cuatro, habrá revancha.
Quizás alguien se anime a hacer una presentación ante la autoridad electoral, pero la realidad es que las soluciones mágicas no existen. La reconstrucción -y la resistencia- comienzan ahora. No sé si con los mismos o con nuevos intérpretes. Cuanto más rápido nos saquemos la mufa, más rápido estaremos nuevamente en pie. Resiliencia, que le dicen.