Antiperonismo chaqueño New Age o cómo surfear la interna de la UCR
Opinión PolíticaPor Cristian Muriel
Lo que arrancó como una traición imperdonable al radicalismo y al resto de los socios de Juntos por el Cambio cuando Macri y Bullrich se juntaron a cenar con Milei, con el correr de los días se fue atenuando. Y no sólo LN+ recuperó la alegría.
También en Chaco dirigentes radicales como Alejandro Aradas, Bruno Cipolini y el propio Leandro Zdero se acomodaron a esa corriente silenciosa de apoyo a Javier Milei, con el chamuyo de votar “contra el kirchnerismo” o, como dijo el intendente de Sáenz Peña, “contra el Movimiento Nacional Justicialista”.
Lo de Cipolini merece tres parrafitos. Es la definición ‘feinmanniana’ (de José Pablo Feinmann) de antiperonismo.
Los radicales tienen que votar contra el Movimiento Nacional Justicialista -dice- porque el peronismo fluctúa, a veces se pone más neoliberal, a veces más progresista, cambia los modales pero no pierde las mañas. Su único propósito es la ambición desmedida de poder: lo que Feinmann llamaba “corleonismo”. A título de ejemplo nombra a Menem, Duhalde, Néstor y Cristina, Alberto y también a Massa. No importa que Massa no sea kirchnerista -observa-, el problema es que sigue siendo peronista.
Pero esa tesis tiene una falla fatal: el fervor religioso con el que Javier Milei caracteriza la presidencia de Carlos Menem, “la mejor de la historia”. Lo bueno para el sueño reparador del radicalismo provincial es que nadie le pide a Cipolini que fundamente nada. Ni siquiera la irresponsable afirmación de que Milei no es un loco peligroso sino “un poco vehemente en sus expresiones”.
Igual todo esto es verso. Cuando llaman a votar a Milei no lo hacen por la amenaza del populismo kirchnerista o del peronismo que canibaliza hasta las ideologías. Lo hacen porque se están acomodando a la reconfiguración del poder regional de la derecha y a la interna radical.
Están enterrando los rastrojos para realinearse de cara a los próximos años. La supuesta traición de Macri sólo aceleró los tiempos de la rosca interna a la que estos muchachos están queriendo hacer pasar por una cuestión ideológica.
Aradas, Cipolini y Zdero no quieren que la gente vote a un patriota, como dicen ellos, o que voten contra el kirchnerismo. Quieren meterse en la interna de su partido porque están convencidos de que más que un cambio de ciclo, lo que está arrancando es un cambio de Era.
Por eso no les importa nada, no les cabe nada. Al apoyar a Milei están contrariando abiertamente la recomendación de Ángel Rozas de no ir a votar. Le están diciendo que él, que está casi retirado de la vida política, ya no conduce la UCR provincial y no es un referente en la región.
Al apoyar a Milei están rechazando la decisión del Comité Nacional de la UCR, que llamó a un abstencionismo patriótico. Le están diciendo que no también a Gerardo Morales, que está en el ocaso de su gestión en el partido.
Incluso Bruno Cipolini, referente de la línea interna radical Evolución, está desafiando a su jefe político Martín Lousteau. Y hay que reconocerle la audacia, porque es justamente Lousteau quien más posibilidades tiene de ser el próximo presidente de la UCR nacional.
Si Lousteau y Morales llaman a votar contra Milei, ellos llaman a votar a Milei.
Pero, ¿a qué se debe esta postura beligerante de la que supo ser la maravillosa JR de Ángel Rozas?
La alianza Morales-Lousteau, clave para la unidad de la UCR y Evolución en el Congreso, es una línea de sucesión dentro de la UCR pero también es una entente que está dejando afuera al radicalismo del NEA.
Detrás de la mileización de Aradas, Cipolini y Zdero está Gustavo Valdés, enemigo jurado de Lousteau, que tampoco quiere quedarse afuera de la pelea por los cargos partidarios y el manejo de los bloques parlamentarios radicales en el Congreso, pero sabe que no le da la nafta para presidir el partido.
Por qué los chaqueños decidieron alinearse detrás de Valdés es algo que parece tener una explicación -yo propuse una- pero poco nos interesa en este momento aciago de la Patria. Lo que sería bueno que expliquen es por qué llaman irresponsablemente a votar a Milei.